lunes, 19 de octubre de 2009

Maus

Hoy os voy a hablar de un cómic. Nunca he sido muy fan de este género salvo, por supuesto, los personajes de Ibañez que invadieron mi época infantil. Pero queda muy lejos cuando un Filemón colérico perseguía a un trasformado Mortadelo, o cuando la nariz de SuperLópez llegaba mucho antes. De estos temas entiende mucho más nuestro amigo Totoro, pero acabo de terminar un libro que me parece muy recomendable y he decidido comentarlo.

Los cómics nunca han tenido buena fama, siempre se le ha considerado un género menor pero obras como Maus permiten mantenerlo a un nivel muy alto. Maus es la historia de un superviviente de Auschwitz, Vladek Spiegelman narrada a su hijo Art, el autor del libro. Pero además, en Maus el autor también realiza un retrato de su padre en la actualidad (en el momento en que se entrevista con él para que le relate sus recuerdos de la guerra) así como de su difícil y tensa relación con él. En Maus, Spiegelman va más allá del Holocausto para instalarse en la psicología del superviviente en un intento de deshacer la maraña de su relación paterno-filial, de la sombra de una madre suicida y del fantasma de un hermano santificado al que nunca conoció. Hay que mencionar que en Maus los personajes se nos muestran con rasgos faciales de animales, característica que se usa con fines narrativos; así, por ejemplo, los judíos son presentados ratones, mientras que los nazis como gatos. Maus está considerado unánimemente por la crítica como uno de los mejores cómics de la historia. Además, se trata de uno de los escasos cómics que no sólo trascendido al gran público sino que lo hizo con un reconocimiento notable: recibió uno de los prestigiosos Premios Pulitzer en 1992

Espero que Rachel acceda algún día a leer Persépolis o ¿porque no?, Maus, seguramente quedará gratamente sorprendida.

5 comentarios:

Rachel dijo...

Me encantaría leer Persépolis y por supuesto Maus, es verdad que no soy lectora de cómics, sólo he, Mortadelo y Filemón y alguno dde Tintín como herencia de mis primos mayores. Pero eso no significa que me niegue a leerlos, símplemente que cuando me regalaron Persépolis no era el momento. Ahora estoy dispuesta a leer lo que me caiga en las manos, aunque intento alternar, libros de "ocio" y libros de "cultura y diseño".
Si el libro es de tu propiedad, te lo pediré prestado.

JugonTrucks dijo...

Cuéntanos porque no era el momento, abramos una sección de cotilleos, jeje. Si, el libro es mio y te lo puedo prestar sin problemas.

Rachel dijo...

Pues no es un cotilleo propiamente dicho, es una tontería.
Estaba con el proyecto fin de carrera, y no lo iva a leer, y como los libros sólo tienen descuento en la semana del libro, la última semana de Mayo, pues le dije al dueño del regalo que lo devolviera y lo reservara para entonces.
Lo dicho, una chorradita. Ya me dejarás el libro.

Totoro dijo...

Hoy justamente me he cruzado con un tipo que leía Maus en el Metro. Lo segundo que he pensado (lo primero, evidentemente, ha sido la imágen de JugonTrucks devorando sus páginas una tras otra sin parar) ha sido la inconsciencia del chico al llevar en una novela gráfica como Maus con una encuedernación cuidada, como libro de lectura en el metro. Siendo ademñas hoy un día lluvioso. Cuando termine de leerlo, estará para el arrastre.

Yo es que soy así de rarito.

George dijo...

Yo tampoco he sido nunca muy de cómics, por supuesto me encantaban Mortadelo y Filemón como a todos, pero poco más. A mí me gustó mucho un manga llamado Dragon Head, pero como me lo prestó cierta persona con la que estaba saliendo y la relación hizo catacrocker, me quedé a medias y nunca supe cómo acababa la historia. Tifa, si ves este llamamiento, a ver si un día te animas y haces una entrada contando el final de Dragon Head porque siempre me quedé con la intriga y ya pasado el tiempo nunca me he acordado de preguntártelo.

Interesante lo de Maus. Si un día me animo a leer cómics, empezaré por este.