La vida puede ser maravillosa

Aquí un artículo homenaje a Andrés Montes del Marca de hoy, me lo ha enviado Totoro y merece estar aquí.

RAFAEL ALIQUE 17/10/09 - 01:40.

Andrés Montes podría haberla patentado. En los últimos años convirtió esta declaración vital en una de sus banderas y consiguió que todos la repitiésemos alguna vez, casi siempre tratando de imitar su inconfundible tono de voz. Ahora que se ha ido, la reflexión es inevitable: Andrés no decía que la vida fuese maravillosa, sino que podía serlo. Los que le conocíamos siempre entendimos bien ese matiz, pero ahora resulta demoledor.

Tuve la suerte de trabajar con Andrés durante unos años y en MARCA.com estábamos deseando volver a contar con él. Le conocí en París el 17 de octubre del 97. Yo estaba en el hall de un lujoso hotel cuando escuché un grito que sólo podía ser suyo: “Alique, vaya crack: cuéntame cómo le has dado la mano a Dios”. Se refería a la fotografía que publicaba el diario MARCA de aquel día que recogía el momento en el que tuve la suerte de entregar el primer MARCA Leyenda a Michael Jordan. Me invitó a ir con él y con su entonces inseparable Antoni Daimiel hasta el Omnisport Paris Bercy donde iba a disputarse el Open McDonald’s. El terrible tráfico de aquel día provocó una larguísima conversación que se convirtió en el principio de una gran relación.

Unos años después conseguimos que se instalase en MARCA.com y estrenamos ‘El Rincón del Jugón’, sin duda una de las aventuras más locas y divertidas de la historia de este web. Con la ayuda de Edu Schell tratamos de elaborar un diccionario ‘Montes-Español’ para descifrar el idioma que se había inventado para contarnos los partidos de la NBA. Misión imposible, porque él se inventaba nuevos motes a una velocidad de vértigo. Más tarde Andrés fichó por Radio MARCA para hacer un programa imposible: ‘No sabes cuánto te quiero’, con Gema Santos como compañera de batalla. Cada día nos regalaba un par de anécdotas impagables.

Su fichaje por La Sexta revolucionó la forma de ver el fútbol profesional, pero sobre todo inundó los colegios de toda España de chavales corriendo detrás de un balón en los recreos a ritmo del ‘tiki-tika’ y con ‘la sonrisa del jugón’. Los amantes del baloncesto tampoco olvidaremos nunca cómo nos contó el Oro en el Mundial de Japón en 2006 o el de Polonia hace sólo unas semanas. Fue su despedida. Su última retransmisión.

Hoy es un día triste. Se va un tipo muy especial, un hombre diferente, un auténtico ‘jugón’ al que vamos a echar mucho de menos. Descansa en paz, Andrés. Nosotros seguiremos intentando que la vida sea maravillosa.

Andrés Montes, según su amigo Daimiel