Este domingo he podido ver The Reader, la película de Stephen Daldry sobre el holocausto. La película es muy recomendable para aquellos que quieran otro punto de vista de la barbarie nazi y de los que participaron en ella. Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención es la peculiar forma de introducir humor en un tema tan peliagudo. Concretamente son tres los aspectos que han llamado mi atención.
El primero y más gracioso de ellos, es la participación del gran Bruno Ganz como profesor de derecho que utiliza el juicio contra las carceleras del holocausto para enseñar a sus alumnos. Supongo que alguno de vosotros sabrá (JugonTrucks seguro)que Ganz interpretó magistralmente a Hitler en la película "El Hundimiento", por lo que Daldry seguro que jugó con eso al proponerle para el papel de maestro que intenta enseñar el sentido de la culpabilidad en un juicio sobre el genocidio gestado por el propio Firer.
El segundo de ellos, y menos entendible, es que utilice a la actriz Lena Olin para interpretar a la superviviente judía que escapó con su hija, y para interpretar a su propia hija años más tarde. ¿No tenían presupuesto para más?, porque no se entiende que utilicen a Olin con un maquillaje espantoso para intentar parecer una anciana, y luego se lo quiten para aparentar una mujer cuarentona marcada por su pasado.
Y el tercero y último, es el incompresible pudor de Daldry. Si bien, el la primera mitad de la cinta nos brinda planos y planos de la bella Kate Winslet y el joven David Kross en "porretas", ya sean mojados, secos, sucios, destapados,... en la segunda parte del film se vuelve pudoroso y nos muestra a la joven Hannah Herzsprung muy tapadita cuando se deja llevar con un adolescente Kross. No te entiendo Stephen, se supone que si alguna puede exigir, esa es Winslet.
La vida es una sucesión rápida y continua de decisiones. Las opciones que vamos tomando, los interruptores que pulsamos, las manijas que giramos, resuenan en nuestra vida y en la de los que nos rodean, configurándolas, y, al final, definen lo que somos. Y todo cuanto somos y lo que hemos vivido está aquí, en nuestras conciencias. Esos momentos juntos, paquetes discretos de felicidad que habitan dentro de nosotros, son la fuerza invisible que nos mantiene unidos. Y que nos anima a seguir andando.
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4 comentarios:
Me han hablado muy bien de esta pelicula y tengo ganas de verla. Buena entrada me han gustado las curiosidades de la peli, siempre hay una historia que contar detrás de cada película
Creí que la habías visto, pero cuando lo hagas lo entenderas. Te la recomiendo, no te arrepentiras. Por cierto, el otro día vi El Intercambio y me gustó más de lo que esperaba, a pesar de ese olor a Gothica. La luz y la ambientación (que pedante suena eso) esta muy lograda, y el vestuario de Jolie es de lo mejor. Tienen que aprender mucho los Howard, Spielberg y Scoot de turno del gran "Harry".
Yo The Reader la ví en el cine, y también me gustó mucho esa combinación entre una historia de amor imposible con la Alemania nazi de trasfondo. El intercambio también la ví en el cine y también me gustó mucho, pero...olor a Gothika?.
Lo de Gothika es una broma, aparte de ser una película perfectamente olvidable, me vino a la cabeza por su similitud con los ranchos y lo que se hacia en ellos con los inocentes. Pero lógicamente, es una broma.
Tú que la has visto, George, no te pareció que Daldry metió aposta a Ganz en la peli, como el profe que utiliza el juicio para que sus alumnos ahonden el verdadero significado de la culpabilidad. Y no te parece incomprensible el doble papel de Olin y lo pudoroso que se vuelve en la segunda mitad de la cinta. A mi por lo menos, me parecio curioso.
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