‘I Don’t Blame You’ pertenece a disco ‘You Are Free’, quizá el mejor de la discografía de Cat Power. “La última vez que te vi, estabas sobre el escenario / Tu pelo era salvaje, tus ojos brillaban y tú estabas furioso / Balanceabas tu guitarra, porque querían escuchar ese sonido que tú no querías tocar / Y no te culpo”. Mucho se ha especulado sobre el destinatario de ese mensaje. Había quien decía que hablaba claramente de Kurt Cobain y ella nunca lo negó, pero en realidad podría hablar de sí misma, de lo duro que le resulta (quizá ya no) hacer giras, conciertos y escuchar cómo le piden insistentemente aquella canción, mientras ella desea con todas sus fuerzas estar en otra parte.
La vida es una sucesión rápida y continua de decisiones. Las opciones que vamos tomando, los interruptores que pulsamos, las manijas que giramos, resuenan en nuestra vida y en la de los que nos rodean, configurándolas, y, al final, definen lo que somos. Y todo cuanto somos y lo que hemos vivido está aquí, en nuestras conciencias. Esos momentos juntos, paquetes discretos de felicidad que habitan dentro de nosotros, son la fuerza invisible que nos mantiene unidos. Y que nos anima a seguir andando.
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