La vida es una sucesión rápida y continua de decisiones. Las opciones que vamos tomando, los interruptores que pulsamos, las manijas que giramos, resuenan en nuestra vida y en la de los que nos rodean, configurándolas, y, al final, definen lo que somos. Y todo cuanto somos y lo que hemos vivido está aquí, en nuestras conciencias. Esos momentos juntos, paquetes discretos de felicidad que habitan dentro de nosotros, son la fuerza invisible que nos mantiene unidos. Y que nos anima a seguir andando.
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3 comentarios:
Tu postura y la mirada de tu padre Corealon, lo dice todo. Jejeje
Vamos que ni echa a posta.
Entre esto, aquella historia de 1º sobre tu madre gitana (que nunca me llegué a enterar bien de qué iba) y lo de "Eliancito el niño balsero" no nos creemos eso de que siempre hayas vivido en Madrid jeje.
Yo soy madrileño y de Chamberí!! cuidado!!!
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