El Trastorno de Identidad Disociativo planteado por Gilliam resulta novedoso y verdaderamente llamativo, tanto en la forma como en el contenido (los tres suplantadores son actores de renombre), pero no es la primera vez que continua un rodaje tras la muerte del protagonista. The Crow terminó rodándose con apoyo digital y un doble del asesinado (murió en una escena en la que fríen a disparos al Cuervo) Brandon Lee. Pero lo de Lee parece más más una maldición familiar porque su papá, Bruce Lee, corrió la misma suerte en Enter the Dragon. Y por poner una nota de humor en esta entrada un tanto heavy, Kenny también dejaba el mundo de los vivos en South Park: más grande, más largo y sin cortes, aunque la verdad es que lo hace en todos los episodios de la serie.
La cuestión es, ¿es licito continuar un rodaje cuando el personaje ha muerto?, ¿su continuación sirve de tributo?, ¿lo que importa es la película? o ¿hay que aprovechar la tragedia para hacer caja?
2 comentarios:
Buena entrada y buena reflexion. LA peli tiene muy buena pinta, sobre todo viniendo del director de 12 monos. Lo de hacer el homenaje por un lado me parece un sacacuartos y por otro hay que ponerse en la piel de los actores que han perdido un compañero y amigo.
Me alegro que te guste la entrada, me pareció curioso el tema y quería escribir una entrada al respecto. Yo me inclino por un poco de todo, es decir, la productora y el director seguro que querían continuar con el proyecto, ya sea por pasta o por terminar la película; y el espectador quiere ver el último proyector de un actor que había alcanzado gran popularidad en los últimos años.
Seguramente iremos a verla, como The Dark Knight.
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