CENGRASS

Hola chicos, resulta que al final no me piro porque me da cosa dejar tirados a la empresa donde estoy trabajando. Por cierto, a continuación os pongo un artículo que he encontrado en internet sobre mi empresa para que podais comprobar todo lo que os he comentado de los cabroncetes estos.

Madrid - 21 Diciembre 2006
¿QUÉ PASA EN EL CENGRASS?
Autor: JULIO GARCIA

MADRID (MADRID) - El Centro Nacional de Grabación de Datos de la Seguridad Social (CENGRASS), es un organismo público gestionado por empresas privadas.

Yo no supe hasta hace poco de la existencia de este lugar. Pero ahora lo conozco un poquito y se lo quiero contar a ustedes. Para empezar, el personal que trabaja allí como grabador de datos no es contratado por las empresas que ganan el concurso público para realizar dicho trabajo. No, estas grandes empresas, unidas en una UTE, que reciben el dinero público, subcontratan a empresas de trabajo temporal, quienes aportan el personal. Triste, ¿verdad? (Que no digo yo que los empleados de las ETT no tengan derecho a comer, claro que sí, pero no me parece bien que se malgaste el dinero público.)

Pero no se acaban aquí las tristezas. La tarea de grabación de datos en el CENGRASS carece de planificación y, además, lo que es peor, incumple la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El trabajador que llega allí a trabajar de nuevas pasa por una charla informativa, en la que le dicen que durante 4 o 5 días aprenderá el trabajo con un compañero y después comenzará a grabar sin ayuda. Esta idea es buena, pero bien ejecutada. Los 4 o 5 días se convierten en 3, insuficientes para la mayoría de los trabajadores, pero además con el compañero que aprende es una persona que ha entrado 4 o 5 días antes y que parece que se le da bien la tarea. Compañero que ha sido contratado para grabar datos, no para la formación de trabajadores. Es decir, que al mismo tiempo que tiene que cumplir con su trabajo, tiene que entretenerse en enseñar a otra persona.

En el CENGRASS son los propios trabajadores quienes deben procurarse las lectoras de microfilm con las que se trabaja. Deben buscar por toda la oficina una que funcione y transportarla hasta su puesto de trabajo. Obviamente, para probar si funciona deben manipular los cables (agacharse debajo de las mesas, enchufarlos, desenchufarlos...). Coincidirán conmigo en que eso no es tarea de grabación de datos.

Pero lo más desconcertante de todo es el vaivén de contratos que allí ocurre. Todas las semanas se producen un montón de despidos, sin explicaciones, de personas que son reemplazadas por otras, muchas de las cuales serán también despedidas en una o dos semanas. Me consta que a veces se despide a personas que cumplen perfectamente con su trabajo y con su horario. Es más, personas que graban datos y además se ven obligados a formar a compañeros nuevos, todo a la vez, y que luego son despedidos después de 15 días trabajados (coincidiendo con el cese del periodo de prueba, sin derecho a subsidio ninguno) y sin que nadie les diga por qué.

Y todo esto que les cuento y más cosas que me callo por 4,92 euros la hora trabajada, incluyendo pagas, vacaciones, fines de semana, etc., porque así es como se cobra (si un día uno está enfermo y falta, o si ha perdido un familiar y acude a su entierro en vez de al trabajo, pues no cobra). Y si al menos todo ese dinero que no se gasta en sueldos de los grabadores de datos se utilizase para crear otros puestos de trabajo, por ejemplo de formadores y de personal de mantenimiento que se encargara de los aparatos electrónicos.

Ya está bien de tanta incompetencia, abuso e informalidad. Que se trata de dinero público.