La vida es una sucesión rápida y continua de decisiones. Las opciones que vamos tomando, los interruptores que pulsamos, las manijas que giramos, resuenan en nuestra vida y en la de los que nos rodean, configurándolas, y, al final, definen lo que somos. Y todo cuanto somos y lo que hemos vivido está aquí, en nuestras conciencias. Esos momentos juntos, paquetes discretos de felicidad que habitan dentro de nosotros, son la fuerza invisible que nos mantiene unidos. Y que nos anima a seguir andando.
Esto sí que son psicofallos, y de los buenos. Auténticos iconos de la cultura popular de los 90, totalmente míticos. Los podríamos situar junto a los minichupetes de colorines, los chinitos de la suerte, las calcomanías (que ahora se llaman tattoos) y las pegatinas con LSD.
No llegué a beber Cherry Coke ni jugué a la Game Gear (se podía ver la tele y todo, pero me compré la GameBoy), pero si he jugado con las manos pegajosas, tengo los tres libros de Wally (en mi barrio hubo una fiebre que duró todo un verano), he llamado por el Alcatel One Touch Easy (de ahí mi obsesión por los móviles ultra finos y ligeros), intenté acabar la colección de Tazoos de Bola de Dragón, odiaba y odio la plastilina (el tufillo que se te queda en las manos y las uñas de colores), mis hermanos tuvieron mapas de esos, y viví la moda del Toi (recuerdo a la gente llevando cazadoras vaqueras nevadas con Tois pegados). Ah y tb he llevado chinitos en la muñeca.
3 comentarios:
Esto sí que son psicofallos, y de los buenos. Auténticos iconos de la cultura popular de los 90, totalmente míticos. Los podríamos situar junto a los minichupetes de colorines, los chinitos de la suerte, las calcomanías (que ahora se llaman tattoos) y las pegatinas con LSD.
No llegué a beber Cherry Coke ni jugué a la Game Gear (se podía ver la tele y todo, pero me compré la GameBoy), pero si he jugado con las manos pegajosas, tengo los tres libros de Wally (en mi barrio hubo una fiebre que duró todo un verano), he llamado por el Alcatel One Touch Easy (de ahí mi obsesión por los móviles ultra finos y ligeros), intenté acabar la colección de Tazoos de Bola de Dragón, odiaba y odio la plastilina (el tufillo que se te queda en las manos y las uñas de colores), mis hermanos tuvieron mapas de esos, y viví la moda del Toi (recuerdo a la gente llevando cazadoras vaqueras nevadas con Tois pegados). Ah y tb he llevado chinitos en la muñeca.
Ayyyy...pero como me gusta!!!:) :) :) Lo mejor: Wally!!aun sigo siendo fan suya ;)
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