El Barça contra España - Salvador Sostres
Si el Barça gana la Liga habrá ganado el mejor. El mejor equipo del mundo. Y si pierde continuará siendo el mejor equipo del mundo, y nadie podrá negar que su fútbol es superior a cualquier otro. Es lo mismo que pasa con el Madrid, pero al revés: si gana la Liga sólo habrá ganado la Liga, sin ser el mejor, y nadie dirá nada en particular de su fútbol.
Tanto si pierde como si gana la Liga, el Barça va a continuar, la temporada que viene, jugando al mismo fútbol y fiel a su estilo. El Madrid, para poder ser fiel a un estilo, tendría primero que tener 'un estilo'. Y los rumores, cada vez más intensos, son que Mourinho va a ser el próximo entrenador blanco. Mourinho que, aunque es cierto que sabe a qué juega y cómo ganar partidos difíciles, es el representante de un fútbol muy poco generoso y aún menos hermoso.
La ventaja de ser más que un club es que el Barça lleva tan interiorizado que juega no sólo por obtener un resultado concreto, que la generosidad no es una opción sino un requisito. No es un derecho sino un deber.
El estilo del Barça está asociado a un deseo de belleza, de espectáculo y de grandeza. No busca sólo el triunfo sino que aspira a la gloria. La gran diferencia entre el Barça y el Madrid, acaso la más significativa y la más determinante, es que detrás del Madrid hay un público y detrás del Barça hay un pueblo.
Para un catalán, cuando el Barça juega, es lo mismo que para un español cuando juega España. Un Barça- Madrid no es nunca un Barça-Madrid solamente. Es el Barça contra España, Cataluña contra España. Aunque España prohíbe -en una impresionante demostración de vocación democrática- que las selecciones catalanas puedan competir oficialmente, cada vez que Madrid y Barça se enfrentan Cataluña se enfrenta a España y ese partido es la metáfora de asuntos mucho más profundos. No hay nada tan político como el fútbol, sobretodo en Cataluña y en España. Si El Barça hubiera llegado a la final del Bernabéu, y la hubiera ganado, hubiera sido mucho más que un triunfo deportivo: sólo hacía falta ver el pavor con que imaginaban esta posibilidad muchos madridistas. Y muchos españoles.
Quedan dos jornadas y puede pasar cualquier cosa. Barça y Madrid son dos grandes equipos y los dos tienen grandes jugadores. Aunque creo que no sería en absoluto oportuno ni bueno para nosotros que viniera al Barça, porque aquí jugamos a otra cosa, soy de los que piensa que Cristiano es un gigante. Pero lo que hay en juego en esta y en todas las Ligas, y cada vez que el Madrid y el Barcelona saltan a un terreno de juego, es completamente distinto.
El Madrid sólo busca un triunfo. El Barça, además, cumplir un destino.
La vida es una sucesión rápida y continua de decisiones. Las opciones que vamos tomando, los interruptores que pulsamos, las manijas que giramos, resuenan en nuestra vida y en la de los que nos rodean, configurándolas, y, al final, definen lo que somos. Y todo cuanto somos y lo que hemos vivido está aquí, en nuestras conciencias. Esos momentos juntos, paquetes discretos de felicidad que habitan dentro de nosotros, son la fuerza invisible que nos mantiene unidos. Y que nos anima a seguir andando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario