domingo, 7 de octubre de 2007

El Anti-Tosta de Gambas



La noche prometía bastante, Había quedado con Paloma para ir a un concierto-coloquio de Ismael Serrano en el Fnac de callao. Asistimos a un íntimo concierto en una pequeña sala que apenas estaba acondicionada para este evento. Me tuve que sentar en el suelo lo que provocó que se me durmieran las piernas alternativamente. El concierto estuvo gonito, gonito!!!pero acabé con el culo un poco acartonado. Posteriormente subimos a la planta tercera para que nos firmara el disco, el cual todavia no había escuchado, aún así le dije que estaba muy chulo y que me había encantado. Tras esperar una pequeña cola y observar los nervios de alguna adolescente por conocer a Ismaelito, llegamos a la altura del cantautor madrileño y a pesar de los nervios pudimos preguntarle sobre su película, le deseamos suerte para el disco, la gira y la vida en general, y nos hicimos una bonita foto para el recuerdo. Aquí acabó todo. El resto fue un completo desastre.



Cenamos en el Rodilla junto a una amiga y la hermana de Paloma, mientras escuchábamos de fondo los gallos espetados por los participantes en un concurso del famoso juego de la Play, SingStar. Posteriormente pusimos rumbo a Colón ya que Paloma tenía ganas de visitar la Biblioteca Nacional con motivo de la Noche en Blanco. En la plaza estaban realizando una performance musical un poco surrealista, que para un rato estaba curioso pero si te tiras 3 horas en una cola, acaba por provocar intensas ansias de meterte los dedos por la nariz y removerte el cerebro (lo podéis comprobar en el pequeño vídeo que realicé de ese místico momento, totalmente Lynch).

Pues si, tres horitas de cola para entrar en la biblioteca nacional y ¿para qué?, ¿para ver todas las instalaciones?, no, ni siquiera pasamos del vestíbulo. Despues de 3 agotadoras horas de cola escuchando a un Freaky valenciano, lo único que vemos es un códice del Cantar del Mio Cid, que ni siquiera es el original. En esos momentos te dan ganas de quemar todos los libros del mundo como en esa gran película de François Truffaut, "Fahrenheit 451".

Todavía en estado de shock nos fuimos dirección Gregorio Marañon para visitar un museo por recomendación de la hermana de Paloma. Tras un buen rato andando pudimos leer en un cartel que el horario de apertura del museo estaba equivocado en el programa oficial y que éste cerraba a la 1 de la mañana (¡¡¡pa morirse!!!). Vamos que podían haber puesto: "Sí estas leyendo esto, es que has llegado tarde y ya hemos cerrado, jodete!!!".

Totalmente hundidos nos fuimos en taxi al centro, que estaba hasta arriba de gente, la Castellana, Gran Via y la Calle Alcalá cortadas al tráfico. Intentamos tomar algo pero todo estaba lleno hasta los topes, a parte, ninguno ya teniamos ganas de hacer nada salvo acostarse en la cama, sobre todo Paloma que por primera vez la ví realmente enfadada. Pero salir de Madrid esa noche no era tan fácil, los buhos no daban a basto y todos los taxis estaban ocupados. Acabamos en Príncipe Pío y tuvimos la suerte de parar un taxi. Aunque suerte del todo no tuvimos ya que el figura tendría un poquito de prisa puesto que puso el reloj a 85 Km/h por ciudad. Aún así llegué a casa sano y salvo, haciendo escala previamente en el barrio de Paloma, que se despidió de mi como si fuese la última vez que me iba a ver con vida, y no me extraña porque ese taxista tenía más peligro que el Tipejo en el Media Markt.

Y esa fue mi maravillosa noche de cultura, claro, luego quieren que no veamos fútbol, gran hermano y salsa rosa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenía intención de ir el año que viene, pero con lo que cuentas, el parón del metro y cosas varias......

Georgeoftown dijo...

adivina quièn

Totoro dijo...

La noche empezó mal del todo, pensando que lo ibas a pasra bien viendo a Ismaelito.
La performace es una maravila, este año los contrata Calderon para celebrar la Copa del Rey en el Bernabeu.