Owen Wilson, Adrien Brody y Jason Schwartzman -este último, co-guionista junto al propio Anderson y Roman Coppola- encarnan a tres hermanos empeñados en reparar vínculos afectivos, lamerse las heridas provocadas por una muerte reciente y reclamar la atención de una madre con un sentido del afecto más ecuménico que familiar. Un viaje en tren a ninguna parte, disfrazado de excursión ferroviaria por una India mística y conceptual, proporciona, a la vez, la excusa narrativa y la perfecta metáfora a esta extraña, virtuosa y, a ratos, sofocante e insatisfactoria pirueta sobre el conmovedor desvalimiento del cero absoluto.
Anderson abre su experiencia Darjeeling con una miniatura que parece celebrar lo que su cine tiene de pose estudiada: Hotel Chevalier es un cortometraje-prólogo diseñado para seducir a detractores y desalentar a incondicionales, utilizando la belleza un tanto hidrocéfala de Natalie Portman de manera involuntariamente anti-erótica. Hay que adentrarse bastante en Viaje a Darjeeling, donde rebotan los ecos de Hotel Chevalier, para entender el complejo juego del cineasta, que se sirve de la caprichosa estructura para hablar de las conflictivas negociaciones entre arte y vida, ficción y verdad.
Junto a Tarantino, Anderson es quizás el único cineasta capaz de lograr que un zoom pase de ser un error gramatical a una figura de estilo cool. En su cine no es que la forma sea el fondo: la caligrafía es el sentido, la identidad y el discurso. Viaje a Darjeeling consigue ser mucho más de lo que parece a través de una coreografía visual y verbal hecha de calculados movimientos de cámara en busca de réplicas secas: vodevil de humor desecado (o poshumor) que descubre insospechados yacimientos de sentido. Su cine es un trampantojo que juega a ser papel pintado. Lástima que, a ratos, Anderson quiera ser Satyajit Ray o Renoir y se asemeje a un niño listo pronunciando su primera esdrújula.
By Jordi Costa (crítico de EL PAÍS)
Pinchando en el enlace accedereis a una entrevista con Wes Anderson realiza por J.C. para EL PAÍS.
3 comentarios:
Este fue el que hizo la mítica crítica de 300. Una verdadera joya el muchacho.
Mirar la entrevista, no esta mal.
Tiene buena pinta la peli, espero que se parezca mas a los Tenenbauns que a Life Aquatic porque la segunda me decepcionó un poco
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