15 de Noviembre
3:47 AM
-Hola.
-Hola. Dime, ¿qué te parece?.
-Creo que está en alguna parte, más allá del mar.
-Sí, eso creo yo también.
Tiempo soleado y sensación térmica agradable
12:21 PM
-Uuuuahhh.
Lorenzo abría los ojos con un enorme bostezo que parecía hecho a propósito para intentar absorber toda la luz solar que entraba por esa especie de ventana a su derecha. Miró de reojo el reloj despertador digital sobre la mesilla y se sintió bien al ver la hora. No recordaba cuándo había sido la última vez que durmió tanto y tan bien. Se sentía muy descansado.
Se incorporó despacio hasta sentarse sobre la cama, los pies en el suelo, donde reposaba una alfombra mullida sobre el parquet de madera. Su vista ya se había adaptado a la luz, así que miró fijamente a través de aquello que parecía una ventana y sólo acertó a ver apenas dos o tres nubes blancas proyectadas sobre un cielo azul intenso. Eran como dibujos, como pinceladas de bordes difusos. Se levantó, abrió la ventana y comprobó con agrado que la temperatura exterior no difería ni un ápice de la interior, completamente confortable.
La habitación tenía las paredes de un color crema muy claro, y dentro había una cama individual con el cabecero de madera, dos mesillas a los lados, la ventana en el lado izquierdo (mirando desde la entrada), unas cortinas de color granate con visillos blancos y un mueble con cajones y un gran espejo justo en el lado opuesto a la cama. También había un pequeño escritorio, una silla y del techo colgaba una lámpara amarilla con una bombilla de color blanco fluorescente.
3:47 AM
-Hola.
-Hola. Dime, ¿qué te parece?.
-Creo que está en alguna parte, más allá del mar.
-Sí, eso creo yo también.
Tiempo soleado y sensación térmica agradable
12:21 PM
-Uuuuahhh.
Lorenzo abría los ojos con un enorme bostezo que parecía hecho a propósito para intentar absorber toda la luz solar que entraba por esa especie de ventana a su derecha. Miró de reojo el reloj despertador digital sobre la mesilla y se sintió bien al ver la hora. No recordaba cuándo había sido la última vez que durmió tanto y tan bien. Se sentía muy descansado.
Se incorporó despacio hasta sentarse sobre la cama, los pies en el suelo, donde reposaba una alfombra mullida sobre el parquet de madera. Su vista ya se había adaptado a la luz, así que miró fijamente a través de aquello que parecía una ventana y sólo acertó a ver apenas dos o tres nubes blancas proyectadas sobre un cielo azul intenso. Eran como dibujos, como pinceladas de bordes difusos. Se levantó, abrió la ventana y comprobó con agrado que la temperatura exterior no difería ni un ápice de la interior, completamente confortable.
La habitación tenía las paredes de un color crema muy claro, y dentro había una cama individual con el cabecero de madera, dos mesillas a los lados, la ventana en el lado izquierdo (mirando desde la entrada), unas cortinas de color granate con visillos blancos y un mueble con cajones y un gran espejo justo en el lado opuesto a la cama. También había un pequeño escritorio, una silla y del techo colgaba una lámpara amarilla con una bombilla de color blanco fluorescente.
-Creo que ha llegado el momento - dijo para sí mismo.
-Buenos días, Alba.
-Muy bien.
-Creo que me voy a ir. Creo que este es el momento de empezar los viajes, quiero hacer el primero ya. No quiero esperar. Quiero volar lejos.
-Si es lo que quieres, si te hace ilusión, y puedes hacerlo...está bien, entiendo que lo hagas. ¿Marcarás los enchufes que vayas utilizando de alguna forma?.
(Continuará)
3 comentarios:
Gonito gonito. Si no te conociera pensaría que eres un escritor americano
Jaja. Gracias, gracias, me llena de orgullo y satisfacción ver que una persona en el mundo lee mi "obra". La idea para este minirelato (que tendrá unos 7 capítulos) la tuve estando en Nueva York, y posteriormente se me han ocurrido otras cosas que he ido incorporando.
Muy gonita.....
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