Lou Reed ha cambiado, aunque sea por un tiempo, la guitarra eléctrica por las cámaras de cine y fotografía. Por un lado, el legendario músico, creador de The Velvet Underground, presentó el martes en Nyón (Suiza) su mediometraje Red Shirley, que no habla de la música, sino sobre la intensa vida de su prima de 100 años, Shirley Novick.
El documental apenas dura media hora y fue grabado a principios de año en un fin de semana. El montaje surge a partir de horas de conversación entre Shirley y el músico en el apartamento neoyorquino de la primera. Unas vivencias que se revelan arrebatadoras, pues la anciana sobrevivió a las dos guerras mundiales. Su odisea personal empezó en 1938, cuando dejó su Polonia natal y su familia con 19 años. Con una maleta en cada mano y unos dólares en el bolsillo, emigró a Montreal.
Por otra parte, El Baluard Museu dArt Modern i Contemporani de Palma de Mallorca muestra hasta el 30 de mayo, una exposición inédita en Europa: Reed. Romanticism, serie de 23 fotografías de paisajes. Todas ellas dedicas "al amor y a la pasión por mi mujer, Laurie Anderson".
La vida es una sucesión rápida y continua de decisiones. Las opciones que vamos tomando, los interruptores que pulsamos, las manijas que giramos, resuenan en nuestra vida y en la de los que nos rodean, configurándolas, y, al final, definen lo que somos. Y todo cuanto somos y lo que hemos vivido está aquí, en nuestras conciencias. Esos momentos juntos, paquetes discretos de felicidad que habitan dentro de nosotros, son la fuerza invisible que nos mantiene unidos. Y que nos anima a seguir andando.
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