domingo, 15 de marzo de 2009

¡Oye, tía, que tampoco somos tan tontos!

Aquí dejo un artículo que he leído en El Mundo que me resulta gracioso. 3.000 gorilas haciendo un examen en la Universidad Complutense, no deja de ser de por si una situación curiosa.

La odisea empezó en enero, cuando se abrió el plazo de 10 días para presentarse al examen. Fotocopias, tasas, papeleo... Era difícil quedarse fuera. Había que ser mayor de edad, hablar español, tener papeles y aflojar 60 euros. Y después de tanta espera, este sábado fue el día grande. Casi 3.000 aspirantes, muchos tan grandes como armarios, juntos en la Ciudad Universitaria. A mí me tocó en Caminos.

A las 11.30 horas estábamos sentados en el aula. Una chica miembro del tribunal se puso a explicar las normas para rellenar el test. Cada pregunta tenía cuatro respuestas, y había que marcar la buena coloreándola en lápiz: "Si creen que la buena es la A, tienen que rellenar el recuadro de la A; si creen que es la B, colorean la B; si se equivocan, borran la A y colorean la B...". Y así un par de minutos, hasta que uno salta: "¡Oye tía, que tampoco somos tan tontos!", entre la risa general.

Y al fin comenzó la prueba. El temario versaba sobre la Constitución, la Ley de Espectáculos Públicos, la de Seguridad Privada... Pero las preguntas no eran difíciles, sobre todo porque las respuestas eran muy peregrinas; tanto, que rozaban lo cómico y de vez en cuando se escuchaban risas. Ejemplo: Para ser portero de discoteca hay que...

a) Hablar dos idiomas
b) Tener permiso de armas
c) Medir 1'90
d) Ser mayor de edad

Así la mayoría. Una de las respuestas a "Es obligatorio tener un libro de reclamaciones..." era "Sólo en las bibliotecas", y ante el planteamiento de qué hacer "Si hay una pelea..." se proponía "Lo ideal es intervenir y, si se puede, sacar algún arma para intimidar". "Vender drogas en la calle... No es delito, pero sí una falta de respeto a los viandantes" o "Si un cliente lleva una camiseta con símbolos racistas... Tendrá preferencia de paso en la entrada sobre los demás" eran otras de las contestaciones erróneas, pero graciosas.

El psicotécnico fue lo más surrealista: "¿Qué prefieres, tener diarrea en tu noche de descanso o mantener relaciones con una persona que crees que tiene una enfermedad de transmisión sexual?". "¿Prefieres ver cómo disparan a una persona en la calle o que te duelan las muelas dos días?", y un montón de preguntas relacionadas con el alcohol, del tipo:"¿Está de acuerdo con esta afirmación? Para trabajar mejor me tomo antes unas copitas". Y como ésas, casi 200.

1 comentario:

Totoro dijo...

Y yo perdiendo el tiempo preparandome unas oposiciones. El creador del test parece que es el mismo que creo el test de neurofisiología de la audición.